La Primera Comunión es un día que se recuerda toda la vida. Un momento donde la espiritualidad se encuentra con la alegría de celebrarlo en familia, y cada gesto —desde la ceremonia hasta el brindis— merece estar cuidado con mimo. En LAURISILVA convertimos esa ilusión en una experiencia armónica, luminosa y sin prisas.

Empezamos por el diseño creativo: reunión de inspiración, moodboard, paleta de color y propuesta de estilo adaptada a la personalidad del niño o la niña. Creamos una estética coherente —clásica, floral, vintage o temática sutil— y la llevamos a cada rincón: altar, bienvenida, mesa principal, rincones de juego y zona de fotos. Todo pensado para que el conjunto sea fotogénico y atemporal.

Nos ocupamos de la producción completa: papelería personalizada (invitaciones, seating, misales), flores, textiles, menaje, mesa de dulces y recuerdos para invitados. Seleccionamos y coordinamos proveedores de confianza —catering, música, animación infantil y fotografía—, gestionamos tiempos, presupuesto y permisos, y preparamos Plan B por si el clima cambia. Tú decides el nivel de implicación; nosotras lo hacemos posible.

El día del evento, dirigimos el montaje y la coordinación para que todo fluya: protocolo, bienvenida de invitados, timing de ceremonia y celebración, supervisión técnica y atención constante a la familia. Cerramos con desmontaje y seguimiento post-evento (agradecimientos, envío de detalles o galería resumen). Así, vosotros solo os ocupáis de vivir el momento; del resto nos encargamos nosotras.

Creamos momentos únicos para los tuyos. ¿Empezamos a organizarlo?

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